Marco Antonio Flota

Durante semanas alardeó: que él era el gallo azul, el único que podía ganarle a Peña Nieto, el que mantendría al PAN en Los Pinos. Sin embargo, Javier Lozano Alarcón fue el primero que se inclinó, se reclinó y declinó a “mis legítimas aspiraciones”. Sí: tan legítimas como la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

Y de 7 precandidatos ya sólo le quedan 5 al PAN. Porque Heriberto Félix Guerra, pese al apellido, no quiso dar la batalla. Se autodescartó, nunca mejor dicho, porque lo anunció por carta, sin dar la cara a la prensa como Lozano. Quizá porque Heriberto tiene Sedesol y Javier sed de reflectores.

Interesantes ambos casos, pues Lozano hubiera sido el segundo candidato presidencial surgido de la Secretaría del Trabajo, después de don Adolfo López Mateos. Y Félix el segundo salido de la Sedesol, después de Luis Donaldo Colosio.

(Como se sabe, López Mateos llegó a la Presidencia de la República y posteriormente lo mató un aneurisma. Luis Donaldo sólo fue candidato, pues también sucumbió por daño irreversible en el cerebro, pero no fue un tumor sino, un mal humor presidencial, como se dijo en su momento y mucha gente aún lo sigue pensando.)

El caso es que ha empezado la poda —pero con jota— de los aspirantes panistas. ¿Quién será el siguiente?

Santiago Creel se mantiene en sus 13, pero ya se sabe que el 13 es número de mala suerte (a menos que seas dueño de TV Azteca).

Josefina Vázquez Mota afirma que llegará “hasta el final”. Pero ya se sabe que la diputada, para sus cuates Chepina, no es preferida de las coníferas gauchas, o sea de los che… Pinos.

Alonso Lujambio se puso en tono de galán de comedia ranchera —pero al estilo de Jorge Negrete, no de Vicente Fox—, declarando: “¡Yo no vine a ver si puedo, sino porque puedo vengo!” Difícil, aunque se dice es visto con simpatía en el entorno presidencial, pero no por parte del que teje estrategias en la silla, sino de la que teje calceta en la mecedora.

El góber de Jalisco se siente Caballito Cerrero —nombre de un tequila, por cierto—. Y aunque su antecesor, Ramírez Acuña repite aquello de “Cría Cuervos —nombre de tequila— y te sacarán los ojos”, don Emilio confía en su Herradura —nombre de tequila— de la buena suerte. Y confía en que cantará en Los Pinos aquel son jalisciense que dice: “El Sauza y la palma se mecen con calma” (bueno, parece que la letra dice “El sauce y la palma”, pero ya entequilados no hay fijón)

El único que no se anda con bravuconadas es Ernesto Cordero. Porque sabe que cuenta con todo el apoyo para ser el candedote. (aunque quien debe señalarlo ya advirtió que el PAN podría decidirse por un candidato ciudadano, si no crecen los ciudenanos).

Tumbagrillos

ANGOSTO: Mes detestado por Agustín Carstens.

ANGOSTIAS: Las que sufrirán este mes los aspirantes.

ANGOSTURA: Digestivo que se sirve este mes en Los Pinos.

CALEFRACCION: Diputación perredista que se puso al rojo cuando pretendió regresar Encinas al liderazgo.

CALREFACCION: Pieza que le falta al gélido Paco Rojas, coordinador priista.

CALUSUROSO: Clima preferido de los banqueros.

CANICULERA: Epoca de diarreas que le vale al doctor Córdova: él ya se va para Guanajuato.

MAR CELO: Mar del DF, con muchas playas artificiales.

REFRESCADAS: Las que le dan al diputado Noroña y no solo por el calor.

REFRESCOTE:  Vestido de dama política adecuado para el calor o para ascender.

VERANO: A lo que vamos a la playa estos días.

                                               Epidramas

                                   No se apura, sin en cambio,

                                   el lío de Estela de Luz

                                   puede resultar su cruz:

                                   ¿sacrifican a Lujambio?

                                   Y no es que le dé cuscús

                                   porque él dice —¿podrá ser?—

                                   más la Estela de Luz

                                   le apura ¡la “luz” de Esther!

                                   Y es que al aspirante tierno

                                   le pueden cortar los vuelos:

                                   ¡No iría al Reino de los Cielos,

                                   dicen, por celos del yerno!

                                   A periódico El País,

                                   de España, dijo Elba —¡atroz,

                                   terrible fue su desliz!—:

                                   “No me considero Dios”.

                                   Y es verdad como un obús,

                                   aunque haya perdido el piso:

                                   Dios dijo: “Se haga la luz”

                                   ¡y ella de la “luz” se hizo!

                                   Ochocientas veintitrés

                                   parejas en boda gay,

                                   allá en Nueva York. Tal vez

                                   gritó un paisano: “¡Ay, güey!”